Bienve Prieto Estrellas que caen del cielo para poner patas arriba el mundo de las hadas : Stardust

(Puntuación 5 de 5)

Al fin he seguido el consejo de una amiga y me he zambullido (una vez más) en el mundo de Neil Gaiman. No es mi primera intrusión en los escritos fantásticos de este escritor. Anteriormente leí Coraline, un libro realmente inquietante aunque ha sido infantilizado bastante con su versión cinematográfica. No sé, quizás fue la época por la que leí este libro, o puede que yo viese algo más, más allá de la palabra escrita. A mí me pareció una historia de miedo que me dejó con una sensación extraña en el cuerpo. Y no digo que no me gustase, al contrario, está brillantemente relatada, pero tiene ese algo que me infunde un miedo tonto, como si Gaiman hubiese despertado un terror infantil que llevaba aletargado en lo más profundo de mi subconsciente.

Pero bien, no estamos aquí por la obra Coraline, sino otra bastante anterior a ésta. Me refiero a la preciosa novela Stardust (Polvo de estrella).

Se nota que ésta es una de las primeras obras publicadas por Gaiman ya que hay algunos filones argumentales poco desarrollados, cosas que no acaban de encajar del todo y tantas otras que no llegan a explicarse. Me dio la impresión (en mi primera lectura), que se trataba de un esbozo, de un trabajo que precisa un desarrollo mucho mayor y que finalmente lo tendría. De momento, esto es lo que hay y ciertamente es una historia increíble, que no perfecta. Quizás algún día Gaiman vuelva sobre ella y acabe de enfilar todo aquello que quedó abierto, o a merced de la imaginación del lector. Pero esta historia es tan bonita y en su esencia, tan rica, que podría haberle sacado mucho, muchísimo más suquillo del que ha plasmado sobre papel hasta el momento.

Vayamos a por la historia:

Se trata de un relato de generaciones, en la que un muchacho del pueblo de Muro, enamorado de una bella muchacha de su mismo pueblo, visita el mercado de las hadas (que se celebra cada 9 años) al otro lado del muro "prohibido" que durante el resto del tiempo, está custodiado para que nadie cruce hacia el otro mundo. Pues bien, este muchacho (Dunstan), con intención de comprar un bonito presente a su enamorada, topa con el tenderete de una vieja bruja que tiene por esclava a una preciosa muchachita de grandes ojos violetas y larga cabellera negra. El flechazo es instantáneo y de ese encuentro fortuito, nacerá el joven Tristan. Tristan será criado por Dunstan y su esposa "humana" - la muchacha de la que primeramente estaba enamorado - (ya que la misteriosa esclava abandonaría al pequeño Tristan en el muro) sin que Tristan conozca su procedencia real.

Cuando Tristan cumple los 18 años, está perdidamente enamorado de una muchacha del pueblo: Victoria Forester. Pero es un amor no correspondido. La muchacha juega con los sentimientos del pobre enamorado hasta el punto de hacerle prometer ir en busca de una estrella caída que vieran una noche de otoño. Aunque Victoria lo diga a la ligera, Tristan le toma la palabra y parte en busca de esa estrella caída que, casualidades de la vida, cayó al otro lado del muro. Con la ayuda de su padre y un curioso presente que le entrega a modo de amuleto de la suerte, cruza los límites del mundo de los humanos para encontrarse en tierra de las hadas. Y allí le espera una aventura magnífica, o más bien muchas.

Pero Tristan no es el único que sabe de la existencia de la estrella caída. Hay otros que la desean: por un lado tenemos a los descendientes de Stormhold, hombres sanguinarios que no se lo piensan dos veces para quitar de en medio a la competencia con tal de hacerse con el trono. Ni amor de familia ni tonterías similares, el que quede, deberá hacerse con el topacio, símbolo de poder del reino. Pero ese topacio fue lanzado al cielo para que una estrella lo entregase al último superviviente de la descendencia real de Stormhold. Así que ya tenemos a tres hermanos (de los 7 que hubo al principio) que parten en su búsqueda.

Luego tenemos a las malvadas brujas Lilim, que con tal de conservar la inmortalidad y la juventud eterna, se querrán hacer con el corazón de la dulce estrella.

Y así comienza una carrera que "mareará" bastante a la pobre estrella y que arrastrará a los dos jóvenes por el mapa del mundo de las hadas (tanto por tierra como por cielo), conociendo a muchos personajes curiosos, valientes, divertidos, estrafalarios, mágicos y tantos otros adjetivos más.

La historia en sí es perfecta aunque en su esencia, le faltan explicaciones. Le falta "maduración". Hay ideas brillantes en ella, que por desgracia no se desarrollan y que bien podrían haber ocupado tantos de cientos de páginas más. Lo que quizás más me ha desagradado del conjunto es que los personajes no se plantean nada, simplemente toman lo que les viene sin preguntarse el por qué de las cosas. Quizás es más bien un recurso que ha utilizado el autor para no dar más explicaciones o para ahorrarse el tedio que supone tener que explicar por qué un personaje toma esta decisión y no la otra. Creedme, es una pesadilla tener que justificar los actos de los personajes; es algo que a todo escritor le persigue, lo sé de buena tinta. Pero aquí, en esta historia, es simplemente demasiado, es decir, demasiadas cosas injustificadas. O esa es la impresión que a mí me ha dejado (y para ser justos, he leído esta novela dos veces).

Pero en general es un libro magníficio y una historia de lo más entretenida. La película difiere bastante del libro, aunque también vale la pena verla porque a su modo, es también muy bonita.

Un buen libro, una historia magnífica.

Ficha bibliográfica:

Título: Stardust
Autor: Neil Gaiman
Rocabolsillo. Barcelona, 2010. 216 págs. (Stardust)