Descripción de la editorial
Hay episodios apasionantes de la historia moderna que, por diversas razones, no han encontrado un auténtico intérprete y han quedado, a veces, como un recuerdo confuso. Tal era el caso de la historia del último principesco caballero errante, el archiduque Maximiliano de Austria, quien a los treinta años llegó a ser emperador de Méjico. Su trayectoria vital, tan breve, es inseparable de Carlota, la bella princesa belga, su esposa.
Cuando la pareja real llegó a Méjico en 1864, tenía el apoyo de la fuerza masiva de uno de los más poderosos ejércitos de Europa. Pero en vez de un país idílico y en paz, en seguida se encontró con una guerra desatada y sanguinaria.
Paralelamente, en aquel trágico país hubo otra figura que, como el emperador Maximiliano, fue un hombre de principios y de honor: Benito Juárez. De sangre mestiza, patriota entregado a una causa, Juárez se conjuró a expulsar de su tierra a los invasores extranjeros.
En 1867, tres años después de haber subido al trono, el emperador Maximiliano fue ejecutado por un piquete de guerrilleros mejicanos. Juárez seria el responsable directo de esta trágica decisión. Después de su muerte, aceptada con gran entereza, el historiador lord Acton escribió: "Creo que fue casi el más noble de su raza"
Carlota, en Europa, tuvo que pasar las amarguras de la guerra de 1870 y de 1914, para morir, perdida la razón, a los ochenta y siete años.
Maximiliano y Carlota es una vivísima y apasionante biografía de dos personajes a quienes no acompañó el buen hado y, al mismo tiempo, el retablo de toda una época turbulenta
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Maximiliano y Carlota
Critica de Libros » Maximiliano y Carlota
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